Leyenda del chocolate:
En torno al chocolate existen algunas incógnitas, que
tienen que ver con la delgada línea que separa en ocasiones la leyenda de la
historia. El origen del cacao es una de ellas, así como el
significado de su nombre. En la mitología prehispánica de México existían dos
dioses vinculados al cacao: Quetzalcóatl, de origen azteca,
y Ek-Chuah, de origen maya.
- Quetzalcóatl regaló el árbol del cacao a los hombres
como recompensa por el amor y la fidelidad de su esposa, que sacrificó su vida
para no desvelar el lugar en el que estaba escondido el tesoro de la ciudad,
que le había sido confiado por su esposo. Cuenta la leyenda que la sangre de
esta princesa fertilizó la tierra y allí nació el árbol del cacao, de nombre
cacahuaquahitl. Su fruto era amargo, como el sufrimiento que había padecido la
princesa; fuerte, como había sido ella ante la adversidad, y oscuro, como la
sangre derramada.
- Quetzalcóatl, representado como la serpiente
emplumada, era el dios bondadoso que enseñó a los hombres las artes de la
agricultura, la astronomía, la medicina y las artes plásticas. Es el rey
sagrado de los toltecas, pueblo que precedió a los aztecas en la historia de
Centroamérica. El dominio azteca supuso la sumisión de los toltecas, olmeyas y
de todas las poblaciones que componían el inmenso imperio de los adoradores del
Sol y de Quetzalcóatl. Según la tradición, este último había desembarcado en
México, en la costa de Veracruz, desde donde pasó más tarde a Tula y Chobula.
Quetzalcóatl era austero, odiaba la guerra y se oponía a los sacrificios. Todo
lo contrario que su oponente Tezcatlipoca, el mago negro que consiguió
desterrarlo y aprovechó su ausencia para asesinar a su esposa. Quetzalcóatl
juró regresar en el año del calendario azteca 1519, que coincidió con la
aparición de los primeros colonizadores españoles, motivo por el que Hernán
Cortés fue confundido con el propio dios, pues era corpulento, de ancha frente,
ojos grandes, cabello largo, barba poblada y piel blanca, semejante a
Quetzalcóatl. Así, el marino español fue obsequiado a su llegada con un gran
vaso de oro con cacao líquido.
- Cuenta la leyenda que Quetzalcóatl descendió un día
con los toltecas haciéndoles algunos hermosos regalos los hizo dueños del maíz
el frijol y de la yuca con los cuales pudieron estar bien alimentados y
emplearon sus horas en estudiar y se convirtieron en grandes arquitectos,
magníficos escultores y finos trabajadores de la artesanía y como los amaba
tanto decidió darles un planta que había robado a los dioses que eran sus
hermanos de la cual sacaban una bebida que era solo digna de ellos Quetzalcóatl
Sustrajo el pequeño arbusto de hojas rojas y la planto
en los campos de tula y pidió al dios Tlaloc que la alimentara con la lluvia y
a Xochiquetzal que la adornara con sus flores con el tiempo este sagrado
arbusto dio frutos y los enseño a recogerlos tostarlos y a molerlos y a batirlo
con agua en las jícaras obteniendo así el CHOCOLATE el cual solo era para los
sacerdotes y los nobles convirtiéndose así en una bebida sagrada y posterior
mente de todo el pueblo, convirtiéndose así los toltecas en ricos y sabios constructores y artistas lo cual
despertó la envidia de los dioses y su furia al saber que estaban tomando una
bebida solo destinada para ellos jurando venganza contra Quetzalcóatl y después
contra los toltecas así pues un día uno de los dioses disfrazado de mercader
ofreciole un bebida llamada tlachihuitli (pulque) con la cual le prometió
olvidaría todas sus penas la bebió y se embriago profundamente actuando de una
manera deshonrosa delante del pueblo, ala mañana siguiente despertó con dolor
de cabeza y con gran vergüenza se dio cuenta de la deshonra que habían
preparado los dioses en su contra y fue tanta su vergüenza que decidió
marcharse para siempre.
A su partida llorando se dio cuenta que todas las
plantas del cacao se habían secado convirtiéndose en huisaches , una ves estando en neonalco ( ahora
tabasco) arrojo unas ultimas semillas de cacao que florecieron bajo su mano y
subsisten hasta nuestros días.
- Regalo de Quetzalcóatl a los niños del sol
“El dios de la Luna y de los Vientos, Quetzalcóatl,
descendió a la Tierra para enseñar a hombres la ciencia, las artes y para
darles una planta valiosa que él había robado de sus hermanos los dioses: el
queachahuatl, el árbol del cacao.
Estos dioses hermanos tomaron venganza en Quetzacóatl
avergonzándole delante de los hombres para forzarlo a abandonar a la los
hombres y regresar a su tierra de luz. Por lo tanto el cacao solamente prospera
en tierras lejanas, los lugares en donde Quetzalcóatl pasó sus últimas horas.”
- Según cuenta otra leyenda azteca, el Dios
Quetzacoatl era el jardinero del paraíso y allí cultivaba el cacahuaquahilt,
que a su vez era el árbol que brindaba el vigor y la fortuna. De sus semillas
se podía hacer el chocolate que era una bebida reservada a los príncipes. Como
los aztecas no conocían el azúcar, según dice
esa misma leyenda, preparaban el
chocolate con el pimiento conocido como chili.
Martin Ravinale y Lautaro Cuevas.